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Así es la pesadilla de ser suplantado y quedar con una deuda o reportado

Por culpa de la delincuencia, una de esas pesadillas la está viviendo una abuela de 79 años con discapacidad motriz debido a una trombosis. Ella vive en Funza (Cundinamarca) y sus diligencias las hace de forma asistida gracias a su familia. “En enero le llegó un extracto del banco Scotiabank-Colpatria diciéndole que tenía una tarjeta con un cupo de 7 millones de pesos. Cuando miramos le aparecía un pago inmediato de 12 millones más. Sin saber se le había ampliado el cupo a 43 millones y todo se había gastado y/o utilizado en el mes de octubre de 2021”, contó su nieto Alejandro.

Ella, que no utiliza ningún medio tecnológico, pidió ayuda a su familia para investigar en el banco qué había pasado. Allí les dijeron que, efectivamente, habían hecho compras por un valor de 43 millones de pesos con una tarjeta de crédito supuestamente solicitada por la adulta mayor. “Le explicamos al gerente que mi abuela no tiene celular, ni correo para hacer solicitudes o aprobaciones por esos medios y que presencialmente no se puede trasladar sola. Era una situación ridícula y aún más que el banco aprobara un cupo de 43 millones a una señora pensionada con el salario mínimo”.

A la familia le tocó pasar un derecho de petición solicitando la investigación y a los cinco días les contestaron que por ser compras con un plástico con chip no se consideraba un caso de suplantación. “Asombrados pusimos la denuncia ante la Fiscalía y pasamos otro derecho de petición donde se nos demuestre en dónde mi abuela firmó, llamó o escribió solicitando una nueva tarjeta. No hemos recibido respuesta”.

"En menos de tres meses y en tres bancos, le había robado 84 millones de pesos a mi abuela."

La angustia de la familia era tal que fueron a otro banco en donde la víctima tenía una tarjeta de crédito de 650.000 pesos. “Eso fue en Davivienda. Para nuestra sorpresa habían solicitado una compra de cartera por ocho millones en octubre de 2021”.

Y el calvario no terminó ahí. En otro banco en el que la adulta mayor tenía una cuenta inactiva los delincuentes habían solicitado un crédito de 25 millones y una tarjeta de crédito por 8 millones de pesos. “Es decir, en menos de tres meses y en tres bancos, le había robado 84 millones de pesos a mi abuela. Es una locura que a una persona de 79 años, pensionada con el mínimo y con una discapacidad los bancos le aprueben tales montos de créditos”.

Hoy, según lo consultado por EL TIEMPO, cursan investigaciones en las tres entidades financieras, también víctimas del actuar de los delincuentes y las cuales se mostraron empáticas con la situación de sus clientes. Todas saben de los casos, hacen seguimiento y se comprometieron a ayudar para solucionar la situación en cuanto culminen los procesos respectivos. “Mientras eso pasa, mi abuela aparece como deudora en las entidades lo cual afecta su salud emocional, aparte del desgaste físico de tener que trasladarse para hacer las respectivas diligencias del caso”, dijo Alejandro.

Servicios
Los casos son tan insólitos que incluso algunos afectados ni siquiera viven en el país. Juan Fernando Rojas tuvo que hacer maromas para llamar una y otra vez a agentes de servicio al cliente y solucionar su problema. El 16 de octubre de 2021 recibió un correo de Daviplata en el que le indicaban que alguien intentaba cambiar la contraseña de la aplicación. “Me asaltó la duda de lo que había pasado con la línea que tenía cuando vivía en Colombia, así que el siguiente lunes llamé a Claro para saber si ya le habían asignado ese número a otra persona, pero me dijeron que seguía desactivado”.

Pero la sorpresa fue cuando le dijeron que lo que sí tenía era un plan pospago a su nombre y una reposición de equipo en camino. Ese mismo día los suplantadores hicieron solicitud de un equipo Motorola G20. “Desesperado le indiqué al asesor que no era yo y que detuviera el proceso de entrega de los equipos. Hizo sus averiguaciones y me dio un parte de tranquilidad. Me dijo que los procesos habían sido detenidos debido a que yo había generado una alerta de estafa. Quedé tranquilo, me le había adelantado al ladrón”.

Pero cuando Juan Fernando ingresó a su perfil de Datacrédito para seguirle el paso al estafador encontró que Claro había cargado a su historial tres reportes. “Y lo peor, por unos equipos que nunca habían sido entregados, según el asesor que me atendió ese 19 de octubre. "Llamé y otro asesor me dijo que los equipos sí fueron entregados y que hasta le adicionaron un smartwatch al estafador”.

En shock pidió explicaciones, pero solo le dijeron que radicara una queja y que esperara el estudio del caso. "El 10 de noviembre Claro me dijo que evidenciaron una correcta gestión de los créditos y que por eso entregaron los equipos. O sea, según ellos, le hicieron unas preguntas de seguridad al ladrón y él las contestó correctamente. Todo fue por teléfono”. Le dijeron que si quería iniciara un proceso de reclamación con la Superintendencia de Industria y Comercio.

Y como si fuera poco este se dio cuenta también que tenía activa una cuenta de ahorros en el banco Finandina desde agosto de 2021 cuando ya no vivía en Colombia. “Llamé al banco para tener más información pero en este caso yo pasé a ser el estafador porque en el banco me hacían preguntas de seguridad con datos como dirección y teléfono que el ladrón había suministrado para abrir la cuenta. Lo hizo por la sucursal virtual y ahí supe que tenía una cédula con todos los datos que aparecen en la original”. Este ciudadano tenía en Datacrédito más de 45 huellas de consulta. Todos los días, el ladrón hacía intentos para sacar créditos en línea y usar la cuenta de ahorros para poder desembolsarlos. Dos meses después en banco Finandina canceló la cuenta y radicó una alerta.

Los clientes se sienten solos cuando hacen estos reclamos. Juan Fernando, por ejemplo, obtuvo el número del plan pospago que el estafador había sacado en Claro. "Alguien en Colombia me hizo el favor de llamar, haciéndose pasar por asesor de Claro para ofrecerle un equipo. Tengo los audios donde el tipo responde que él es Juan Fernando Rojas y no titubea cuando le preguntan por mi número de cédula y fecha de nacimiento. Logré obtener una dirección, pues supuestamente le íbamos a enviar un celular y el estafador nos proporcionó una. Con eso lo único que pude hacer es ponerla en la denuncia virtual que hice en la Policía. Ahora solo me resta que cuando regrese a Colombia no tenga millones en deudas”.

Diana Pinzón también tiene su vida hecha 'cuadros' desde que perdió sus papeles. Ella tiene 29 años, es ingeniera industrial y trabaja para una reconocida compañía. El 19 de enero de 2022 recibió una llamada de la empresa Claro en la cual le decían que alguien había intentado comprar un teléfono móvil a su nombre, pero que no lo habían podido adquirir por un error en la valoración de biometría.

“Me comuniqué con el numeral 611 y ratifiqué que quien había intentado hacer la compra no era yo. La asesora colocó una clave de seguridad asociada a mi línea para evitar suplantación”.

El 21 de enero de 2022 le llegó a Diana un mensaje con el contrato de compraventa de un móvil Nokia por 795.000 pesos, el 22 recibió otro correo con un nuevo contrato de compra de un equipo móvil Motorola por un monto de 793.520 pesos y ese mismo día dos contratos más por la compra de 2 equipos móviles por 2’205.520 pesos. “Me tocó ir a la oficina y me dijeron que esos equipos habían sido adquiridos en Soacha, en el centro comercial Villa del Río, en Hayuelos, y en Chapinero. Solo hasta ese momento bloquearon mi cédula. La asesora no fue para nada amable y eso que yo era la estafada”.

Hoy los abogados que asesoran a esta cliente le han dicho que la empresa hubiera podido evitar todo esto. “Ya puse denuncia en la Fiscalía, alertas en Datacrédito y alertas en Cifin. Y lo más triste es que hasta el momento la única respuesta de Claro es que yo compré los equipos”.

La empresa Claro fue consultada por EL TIEMPO y se comprometieron a revisar los casos. Saben que estas situaciones ocurren y que ellos como los clientes son víctimas de los delincuentes que a pesar de los controles se las ingenian para delinquir.

¿Qué hacer si se es suplantado?

Hay que poner las quejas y guardar el número de radicado que le dé la entidad financiera guardando todas la pruebas que respalden la PQRS. También es fundamental radicar quejas en las superintendencias y con los defensores del consumidor. Cuando ya el desfalco está hecho, hay que radicar una denuncia en la Fiscalía y avisar a la Policía experta en delitos informáticos o estafas. Según Clariana Carreño, gerente de Datacrédito Experian Colombia, no siempre el cuidado de la información personal, el cambio de contraseñas o la precaución a la hora de ser víctima de suplantación son suficientes, un control sobre las novedades en la historia crediticia ayuda a prevenir los casos de fraude y suplantación.

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